Ortodoncia
Corrige la posición de los dientes para tener una sonrisa bonita y mejorar tu forma de masticar.
¿Qué es ortodoncia?
La ortodoncia es una rama de la odontología que estudia, previene y corrige problemas dentales como desviación en la posición de los dientes, apiñamientos o diastemas (espacios entre los dientes)
la forma de las arcadas dentales o problemas de mordida, para restablecer el equilibrio entre la forma y función de la boca mejorando también la estética facial.
Además, la ortodoncia se enfrenta a problemas mayores como la corrección de alteraciones en la mandíbula, el maxilar superior o incluso la cara y especialmente trastornos funcionales de la masticación.
Tipos de ortodoncia
Ortodoncia Convencional (Brackets):
La ortodoncia convencional utiliza brackets adheridos a la superficie de los dientes y conectados por un arco metálico. Este sistema aplica fuerzas controladas que permiten mover los dientes de manera gradual hasta alcanzar una alineación correcta.
Existen diferentes tipos de brackets, como los metálicos, cerámicos o autoligables, que varían en material y estética.
Es un tratamiento muy efectivo en casos complejos de maloclusión o desalineación, ya que ofrece un alto control del movimiento dental. Sin embargo, puede resultar menos estético y requiere una buena higiene bucal durante todo el proceso.
Ortodoncia Removible (Alineadores):
La ortodoncia removible se basa en el uso de alineadores transparentes, confeccionados a medida a partir de escaneos digitales. Estos alineadores se cambian cada cierto tiempo para producir movimientos progresivos en los dientes.
Son removibles, lo que facilita la higiene y permite comer sin restricciones, y su principal ventaja es la estética, ya que son prácticamente invisibles. Su eficacia depende del uso constante por parte del paciente (entre 20 y 22 horas diarias). Se recomienda principalmente en casos leves a moderados de desalineación dental.
Detección Temprana de Maloclusiones (Ortopedia Dentomaxilar):
La ortopedia dentomaxilar se aplica durante la infancia y tiene como objetivo detectar y corregir tempranamente alteraciones en el crecimiento de los maxilares y la mordida. Utiliza aparatos ortopédicos, fijos o removibles, que guían el desarrollo óseo y ayudan a corregir hábitos orales inadecuados, como la respiración bucal o la succión del dedo. Este tipo de tratamiento es preventivo: busca evitar que las maloclusiones se agraven con el crecimiento, facilitando luego un tratamiento ortodóncico más simple o incluso evitando su necesidad.



